domingo, 1 de julio de 2012

ESCARPADO CAMINO DE SANTIAGO

Joderse, hace el trabajador cuando lo ponen en el precipicio del paro. Aunque no solo puede hacer eso.  Esta marea negra, con su particular marcha, lo demuestra. No callan las manos fuertes. No son de raza inferior. No se disuelven con el viento; como palabras o firmas de espuma. No se desleen ante el tajo o la mesa de despacho. Despido es despeñadero; sabemos que puede salvarlo el Superman de la negociación.
 Si no, La boca hueca de la mina, inevitablemente, se cierra. No esboza su negra sonrisa  de bienvenida. El pozo, no  valora  acciones, ilusiones, palabras, vivir. No defiende capacidades. Los hombres sí. La zancada del compañero, en la Marea Negra, es tan honda como la abertura de nuestra huella. Caminan para reparar  una situación cuarteada; y madurar resquicios de soluciones ¿Aseguran los políticos el firme del despido, fisurado por  grietas abisales, con desacuerdo?
Este escarpado Camino de Santiago, invitando al prodigio del milagro, reclama  previsión, altavoz  y acuerdo para las azotadas comarcas mineras. 
Fuera o dentro del socavón, las huellas  tiznadas; se nos acercan.  No solo ellas piden concierto y cauces solidarios; sin losa ni despeñadera. Todas
¡Las nuestras también se borraran si,  se les hace ningún caso!

3 comentarios:

  1. Perdonar la rectificación. Soy Calamanda Nevado.

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  2. Buenas. Cada vez me alegro más de haber colaborado en este blog, sobre todo leyendo todos los microrrelatos, van a mejor. Muy buen título además.

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  3. Calamanda Nevado4 de julio de 2012, 9:58

    Pablo, gracias por tu colaboración y tu tiempo.

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