viernes, 6 de julio de 2012

UNIDAD


Setenta días sin ver la luz. Como minero estaba acostumbrado a la oscuridad que significa penetrar en la entraña de la tierra pero, aquel derrumbamiento en la mina chilena de san José le había dado otra experiencia: la de aferrarse a la luz de la esperanza unido a sus compañeros de encierro para no desfallecer.

Mientras me lo contaba, sin aspavientos ni adjetivos, recordó el conflicto de los mineros españoles: “sí que está negro eso, ¿sabe usted si cerrarán la mina? Porque es duro el trabajo pero más duro es no tenerlo. Señorita periodista, por favor, dígales a esos que se mantengan unidos, no importa lo que suceda, juntos le encontrarán la vuelta, que sean uno.”

3 comentarios:

  1. Muy emotivo emotivo este relato desde el otro lado del charco. He entrado en tu blog y me parece estupendo.
    Es la grandeza de internet, que nos pone en contacto desde lejos.

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  2. Gracias Öpalo, lo tengo algo abandonado por mi viaje a España y todas las experiencias que fueron antes y después del mismo. me pondré pilas y escribiré un poco más allí.
    Entraré al tuyo.

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  3. No cabe la menor duda de que solo la unión de los trabajadores puede hacer pensar a los políticos y empresarios en otras salidas posibles.

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